De peperos y tumbas

Siguen revueltas las aguas del Partido Popular. Y no sé si todos contentos pero al menos hay muchos que llevan una sonrisa de oreja a oreja. Empezando por ZP, que ha tenido el inicio más dulce que jamás pudo soñar un político y más un político a cargo de una economía que destruye empleo y cuyo parte médico es cada vez más alarmante, con algunas constantes vitales descontroladas, especialmente la inflación. Pues bien ZP esta feliz con el ambiente que reina en Génova y con la paz del parlamento. Hay más gente feliz. El grupo Prisa, enemigo irreconciliable del primer partido de la oposición y poco democrático por ende, está feliz. Los pretorianos de Cebrián sacan pecho en diferentes medios. Más gente contenta. Los terroristas. Iñaki de Juana Chaos estará pelando gambas para celebrar que ZP va a seguir mucho tiempo. Marruecos. Encantados con ZP. Chaves, Castro, Evo y similares. Mejor que no venga la derecha. Y los nacionalistas. Que los gavioteros se van a dar una leche, ja, ja, ja. Tendremos al iluminado ocho años en Moncloa y no cuatro. Botín, feliz, me jutgo con Miguel Sebastian y me zampo el BBVA, con permiso del PNV. Bueno, nos quedan muchos felices. Algunos periodistas liberales que no rascan bola quieren que el PP cambie de medios y quitar de enmedio el tandem COPE-MUNDO para ponerse ellos. También los Montilla, Maragall y Patxi Lopez del PP que los hay, están encantados con el prometedor futuro que les deparará la estrategia suicida de Rajoy.

Pero hay muchos infelices. Por ejemplo, un alto porcentaje de los diez millones y medio de votantes que votaron un proyecto claro, sólido, rocoso, seguro. Un proyecto referencia. Un elenco de principios traducidos en un programa. Unidad de España. Tolerancia cero con quienes no condenan el terrorismo o dan balones de oxígeno a los asesinos. Igualdad de todos los españoles y solidaridad entre regiones. Defensa del bilingüismo real y stop al genocidio lingüistico en Cataluña. Parece que esos millones de votantes se quedarán colgados de la brocha porque alguien ha aconsejado a Mariano que ponga en la papelera todo ese bagaje y construya un nuevo mensaje. Para ganar el centro. Pero no será gratis. Mariano Groucho parece no conocer bien a su electorado, que no aceptará cambiar sus principios. La coherencia de San Gil, igual que la de Nicolas Redondo Torreros en el PSOE, llevará a Doña Máría al mismo lugar que a Nicolas Redondo, a la marginación dentro de sus partidos convertidos en taifas nacionalistas. Bien, se verán muchos y muchas en el partido de Rosa Diez. Yo veo más coherente votar a un partido de centro que defienda la igualdad de todos los españoles que votar a un partido de centro derecha centro centro izquierda centralista nacionalista españolista catalanista pacifista, guerrero, relativista, relativista, relativista. Mariano, hueles a fracasado.