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EL PALOMAR

Mentecateces o la conjura de los necios

A ver si consigo aclararme. Yo pensaba desde hace años, vamos desde que era un niño, que a la gente le importaba la libertad. Me eduque en la creencia de que en los años 30 una Guerra Civil había asolado España y que despues un dictador dirigido los destinos del pais hasta su muerte, momento en que los Españoles volvieron a disfrutar de una libertad que habían anhelado mucho tiempo. Quizá sea porque la generación actual sea la misma, pero desde luego lo de que la gente valora la libertad es un camelo. Los españoles al menos no la valoran. Como un joven que hereda una fortuna prematuramente y no sabe o no sufre en sus carnes la dureza de ganarse el pan cada día, la generación actual es incapaz de valorar en su justa medida la libertad de que disfruta. Y de la misma manera que ese adolescente con VISA platino dilapidaría su fortuna en botellones de calimotxo preparado con Vega Sicilia, los españolitos desperdician la democracia que disfrutan desatendiendo a la base que separa este sistema de una mera oligarquía elitista. Me refiero a la fortaleza, autonomía y acción crítica de la sociedad civil y sus instituciones frente al poder, en este caso frente al poder supuestamente democrático. Y es que la democracia sin sociedad civil es un mero cascarón vacío, coartada de una casta parasitaria, en palabras de ese parásito vocaciónal frustrado que es Enrique de Diego.

Veamos algunos ejemplos:

¿Hay alguna persona que crea que existe separación de poderes en España? Si, decenas de miles de ciudadanos, unos desinformados, otros interesados, otros irresponsables en su ignorancia asumida.

Quedémonos con los que si creen que la separación de poderes es inexistente: ¿Hay alguna institución en la Sociedad Civil que denuncie de una forma estructurada la gran mentira de la democracia en este pais? No la hay. Las pocas que existen están vinculadas a partidos políticos o son totalmente residuales y esta condición de minimalismo las hace inoperantes e irrelevantes de origen. Y nada que decir de los medios de comunicación, donde los periodistas independientes son rara avis, más que nada porque los grupos empresariales que les pagan el suelo están politizados sin excepción.

Aceptemos por tanto que nadie denuncia esta situación y volvamos a los que al menos saben que existe. ¿Alguno de ellos piensa que sin separación de poderes hay democracia? No. Lo que ocurre es que a cientos de miles de ciudadanos no les importa una mierda que no haya verdadera democracia. Y por tanto les da exactamente igual la libertad. Porque para que haya libertad ha de haber justicia. ¿Como es posible que ciudadanos españoles tengan que morir porque ETA tenga acceso a financiación y a otros medios materiales proporcionados por administracíones públicas de ámbito municipal cuya ilegalización efectiva está en manos de una Fiscalía General del Estado absolutamente apegada al poder político?

¿Como es posible que en España se discrimine a los ciudadanos por razones lingüisticas y por razones de territiorio y que el poder Judicial que debe velar por la prevalencia de los derechos ciudadanos no haga nada?

Si ponemos en una balanza el Poder Judicial y en otra el Poder Ejecutivo el platillo que soporte éste último hará un agujero en el suelo. Y lo mismo ocurre cuando el poder legislativo queda absolutamente sometido a las directrices del Presidente del Gobierno a causa de la disciplina de voto y de partido. Sería mas coherente tener un sistema presidencialista. El caso es que cuando uno oye hablar de política a la gente  todo se reduce al insulto y a la crispación, sin que nadie se de cuenta de que el verdadero objetivo de la sociedad civil debería ser el control y confrontación con el poder público, que debe estar al servicio de la ciudadanía y no formando esta casta parasitaria que insisto es una forma genial de describir lo que son unos y otros.

La minoría intelectualmente bien armada debe ser crítica con cualquier político y no caer en el sectarismo. Sólo así se acabarán creando las dos premisas absolutamente necesarias y urgentes para una Sociedad próspera y con futuro. En primer lugar los políticos deben cambar radicalmente su forma de actuar y entender la política. Se acabó el político profesional. Los mejor preparados deben pasar temporalmente al servicio de su Nación y despues volver a sus tareas de siempre. En segundo lugar esto debe hacerse en los dos partidos principales. Igual que reclamamos la competencia en el mundo económico como requisito básico para el bien del ciudadano, debe haber alternativas validas en política. Por eso hay que dejar el sectarismo y aceptar que todo el trabajo que hay que hacer debe preparar al PP pero también al PSOE para un nuevo paradigma.

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