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EL PALOMAR

Todo está compuesto

La intervención de Mariano Rajoy en su encuentro con Nuevas Generaciones ha supuesto una presentación programática que sorprende por su atrevimiento y por su irresponsabilidad. Como las reglas de la robótica de Isaac Asimov, el nuevo ideario estrátegico del PP podría quedar formulado de la siguiente manera: Primero, toda acción política en el Partido Popular queda sometida y sujeta al fin supremo y superior de ganar las elecciones. Segundo, si alguno de los principios defendidos durante los cuatro últimos años por el partido se oponen al fin supremo señalado en el punto anterior será excluido inmediatamente del ideario de la organización. Tercero, en la misma línea de lo señalado respecto de los principios, si alguno de los dirigentes son incapaces de asumir los puntos anteriores, serán invitados a abandonar los organos de decisión y si es necesario serán excluídos. Cuarto, la democratización interna del partido se considera innecesaria e incluso contraproducente para el nuevo proyecto de la dirección del partido, por lo que queda suspendida por tiempo indefinido.
Quinto, los medios de comunicación afines al partido que persistan en su alineamiento con principios o personas contrarios al nuevo ideario, serán rechazados y perseguidos. El Partido favorecerá el acercamiento a medios de comunicación mas propicios a entender y amparar el nuevo rumbo emprendido por la dirección del partido.
Todo esto parece fruto de la imaginación de un novelista, pero para nuestra desgracia, la de los ciudadanos que anhelamos una Nación de ciudadanos libre e iguales es una pésima noticia. El golpe de Timón de la clase más mediocre del PP convierte a este partido de una alternativa tangible, de una referencia nitida a una copia moderada del radical PSOE con el mismo sabor a reino de taifas, asimétrico, insolidario, relativista e insolidario PSOE. Mi propuesta es que los diez millones y medio de votantes del PP no lo permitamos. O al menos unos cuantos de estos millones impidamos que se consume esta deriva suicida e irresponsable. De momento mi opinión es que es necesario dejar de votar al Partido Popular aunque nos duela, pero es la única forma de acabar con esta casta indeseable y parásita que ha contaminado el PP. La manifestación de apoyo a María San Gil ante la sede de la calle Génova fue el Dos de Mayo contra el invasor Rajoy. Ahora debe levantarse toda la masa de afiliados y sobre todo los votantes. Porque el levantamiento de Madrid no hubiera llegado a nada sin la continuidad en las provincias, no dejemos solos a los manifestantes del viernes pasado y empecemos a salir a las calles, a los medios, a exigir a los dirigentes que den un paso adelante y no imiten a aquellos generales cobardes de hace doscientos años que aguardaron hasta ver cambiar el signo de los acontecimientos para pasarse al bando sublevado. Afrancesados hay muchos en el PP por lo que estamos viendo. Esperanza Aguirre y San Gil han sido nuestras Daoiz y Velarde. Ahora ruego a los Arístegui, Costa, Vidal Quadras, Mayor Oreja, Teófila Martínez, Rudi, Iturgaiz, Zaplana y tantos y tantos otros que den un paso adelante y muestren al cuerpo de afiliados y votantes que hay una alternativa. Ya nos encargaremos los demás de decirle a Rajoy en las urnas cual es nuestra voluntad, ya que con el sistema de compromisarios y como dijeron Azanza y O’Farrill ’Todo está compuesto’. Después vino el Tres de Mayo y los fusilamientos.   

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